Hola!!
La verdad es que no se muy bien por donde empezar a escribir, tengo en mente muchas sensaciones y recuerdos que quiero dejar anotados en el blog para poder no solo comentarlos y compartirlos con amigos y conocidos, sino también para leerlos yo en un futuro para analizar fallos y corregirlos, y claro está, para poder disfrutarlos.
El domingo por la tarde y a lo largo del lunes iba poco a poco estructurando todo lo que quería recoger en la entrada, pero ayer por la noche abrimos las noticias y nos quedamos helados en primera instancia, y luego indignados, con la triste noticia del atentado en el Maraton de Boston, donde ya hay al menos 3 personas fallecidas y mas de cien heridas, y todo por culpa de unos bastardos cobardes que sin lógica alguna han truncado para siempre la vida de muchas personas y roto cientos de sueños e ilusiones. Mi mas sentido pésame a todas las familias de los afectados.
Por ello es por lo que, realmente no se que contar ni como. Es una sensación extraña intentar contar algo alegre cuando piensas en lo sucedido ayer. Voy a contar mi crónica, en parte, como pequeño homenaje a las víctimas y familiares.
Mi segundo maraton, aunque se disputaba el domingo por la mañana, lo comencé a correr el jueves. Se que puede sonar raro pero así es. Este día tenía planificado un último entrenamiento, nada serio, solo 5 km suaves para mantener las piernas activas y despejar la mente. Así pues, en compañía de mi mujer que se está preparando una carrera de 10km salimos a correr, todo bien, piernas frescas, sin dolores distintos a los que cabría esperar (rodilla y pequeñas molestias típicas). Pero justo al acabar, sin saber exactamente como... crack!! noté como un pinchazo fuerte en el pie derecho, cerca del puente del pie. Algo que no había tenido nunca en el pie, si en el femoral o isquiotibial, era como una rotura de fibras. Iba caliente, por lo que pensé que era algo pasajero, pero no, al salir de la ducha no podía flexionar el pie. Aquí empezó el maraton.
(Inverness)
(Lolita de copiloto iba algo electrificada)
(Canal de Escocia, Fort Augustus)
(Lago Ness)
A partir de entonces: pomadas, calmantes y anti-inflamatorios. No soy yo de tomar medicamentos, si puedo evitarlos y soportar el dolor lo hago. Pero en esta ocasión no me queda mas remedio. El viernes y el sábado teníamos planificado ver Inverness y la isla de Skye, cosa que hicimos porque Ana condujo todo el tiempo, a mi me costaba bastante y en un par de veces que intenté conducir el pie decía que si pisaba más el acelerador no corría el domigo...
(Isla de Skye)
(Glen Morriston)
Con este panorama, me presenté el domingo en la prueba, ya lo había hablado con Ana, si durante el calentamiento no iba bien lo dejaba para otra ocasión, no estamos hablando de 5 o 10 km, son 42195 metros!!. Me tome dosis extra de calmantes, y me cambié para correr bajo la lluvia. El calentamiento lo hice con tensión y con preocupación lógica de estar en la tesitura de correr o no, fue aceptable, así que 10 minutos antes del pistoletazo de salida decidí correr.
(En espera antes de la carrera, aguantando el chaparron)
El día se presentó como venía anunciando la previsión toda la semana, lluvioso y con viento de 30/35 kmh del sur. El hecho de que el viento fuese constante del sur, si bien hizo subir la temperatura a 6-7 grados, no es que ayudase en mucho mas, la carrera era de Este a Oeste bordeando un lago y luego media vuelta, con lo que fueron 42 kilómetros de viento lateral constante, como he dicho otras veces This is Scotland!!
(justo cuando decido que voy a correr tras probrar un poco)
(El viento tiró las tiendas de la organización)
En carrera, hice los primeros kilómetros contemporizando, tal vez de más, ya que quizás debí de apretar mas en estos momentos en los que iba sedado. He de decir que en todo momento de la carrera iba bien de piernas, pecho y cabeza. Controlando, pero tal vez de más, porque iba con la preocupación de si podría aguantar el dolor en cuanto apareciese. A pesar de ello, disfruté al 100% de la carrera, de los paisajes, y mas que nada del hecho de correrla.
(salgo en la foto, me ves?)
Hay quién dice que el tío del mazo se sitúa agazapado en entre el km 30 y el 33, esperando que pases para darte duro en las piernas y en la cabeza, o para empujarte contra el muro y que te des de morros contra el. Pero esta vez no, esta vez no lo vi, ni tan siquiera a su sombra!!! pero claro, como el no vino, mandó a un primo enano suyo, que como era novato en esto se colocó en el kilometro 22, y no venía con mazo, venía con agujas!!
Fue entonces, poco después de dar la vuelta, con 20 kilómetros por delante, cuando los calmantes dejaron de hacer efecto.... y en ese momento pensé, que total, una vez en faena pues era cuestión de tirar para adelante y acabar. Por tanto, apreté los dientes, me centré en hacer km a km sin mirar mas allá y a correr. Me puse el mp3 que llevaba en el bolsillo, y a dar un paso tras otro....
El tiempo ya era lo de menos, quería disfrutar del maraton y lo hice. Iba a por 3.45 y subió el crono hasta las 4 horas, pero crucé la meta con una sonrisa de oreja a oreja y más feliz que en el primer maraton (donde sufrí mucho físicamente con calambres). Estoy seguro de que le voy cogiendo el punto a esta prueba, y de que de no ser por el problema del pie hubiese hecho mucho menos de mi tiempo esperado, pero ya llegará ese día y se que será mas pronto que tarde.
(lo dicho, mas contento que unas castañuelas)
Ahora toca recuperar fuerzas y disfrutar de un poco de descanso. Físicamente estoy bien, a excepción del dolor en el pie. Como referencia, puedo decir que bajo y subo las escaleras con normalidad, en la primera maraton tarde como 15 minutos en poder hacerlo al día siguiente....
En cuanto al siguiente reto, me lo guardo para próximas entradas. Hasta entonces....
Un saludo y Buena Suerte